Fue una riada en el año 2010 lo que dejó al descubierto
en la localidad de Arjona el paraje de Piquía, un yacimiento
arqueológico de la época íbera en el que se han hallado gran cantidad de
restos, algunos de gran importancia, como las cráteras griegas que
desde ayer pueden verse en el Museo Provincial de Jaén. Se trata de una
exposición y al mismo tiempo de un espacio dedicado a ‘La memoria de los
príncipes de Urgavo’ para exponer cuatro de las ocho cráteras griegas
que el Centro Andaluz de Arqueología Ibérica (hoy Instituto
Universitario de Arqueología Ibérica) encontró tras su excavación en la
Cámara Íbera de Piquía.
El director del mismo, Arturo Ruiz, explicaba ayer que lo
que puede verse en esta muestra son cuatro cráteras griegas que
proceden de Atenas de un pintor cuyo taller no había hasta ahora nada en
España. En realidad, apuntó, eran ocho pero sólo han podido restaurarse
cuatro. Todas ellas proceden de la cámara del príncipe de Urgavo, que
es del siglo I a. C., a pesar de que las vasijas son originariamente del
siglo IV ó III a. C., «lo que significa que fueron conservadas por los
antepasados del príncipe y que denota el valor que le daban a estas
piezas», recalcó.
Ruiz destacó que la cámara posee un ajuar «riquísimo» que
muy probablemente fue expoliado en el marco de alguna guerra de la
época, quizás la de César y Pompeyo que se desarrolló por esa zona. No
obstante, se piensa que, no mucho después, sus allegados volvieron a
meter las cosas dentro y sellaron la cámara con un acto piadoso con el
sacrificio de una vaca, un cerdo y un cordero. Y ahí se quedó hasta que
aquella riada de 2010 dejó al descubierto algunos restos y el Instituto
Universitario de Arqueología Ibérica comenzó la excavación con el apoyo
del Ayuntamiento de Arjona y de la Asociación Amigos de los Íberos.
Descubrieron así un rico ajuar compuesto por un carro,
materiales de cerámica ibérica; una tapadera de plomo con el nombre del
personaje; la denominada ‘caja de los guerreros’, una urna de piedra con
bajorrelieves en sus caras laterales que escenifican luchas entre
guerreros; vidrio romano, ánforas y armas, entre otros. Además, el
príncipe fue enterrado como un romano, con un gladium (una espada) y con
cota de malla.
Para el futuro museo
Y esto, dejaba claro Arturo Ruiz, es sólo una parte de la
necrópolis, ya que hay más de 20 tumbas cuyo contenido aún no se ha
analizado y que esperan pueda verse en una próxima exposición. De
momento, ésta que fue inaugurada ayer podrá verse hasta el 30 de junio
en el Museo Provincial y la idea es que su contenido pase a formar parte
del futuro Museo Íbero de Jaén.
Con la inauguración de ayer se cierran las actividades
que se han organizado bajo la iniciativa ‘Viaje al Tiempo de los Íberos’
durante la época navideña.
IDEAL JAEN 06.01.13 - 15:38 -MÓNICA LOPERA | JAÉN
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