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viernes, 26 de agosto de 2011

VIAJE AL TIEMPO DE LOS IBEROS, EN EL DIARIO EL MUNDO

El Valle del Guadalquivir fue testigo de la gran cultura prerromana que extendió sus dominios entre los siglos VI y I antes de Cristo al sur de la Península Ibérica. Allí, con Jaén como epicentro, se dan cita yacimientos arqueológicos de incalculable valor.
Columna de origen íbero.
Jaén es dueña del mayor patrimonio íbero del mundo. La gran cultura prerromana que extendió sus dominios hacia el sur de la península entre los siglos VI y I antes de Cristo tuvo en el Valle del Guadalquivir uno de sus principales hogares. Los yacimientos arqueológicos que se extienden a lo largo y ancho de la provincia dan fe de la importancia de uno de los capítulos más relevantes de la historia antigua española. El Viaje al tiempo de los íberos es una iniciativa cultural y turística puesta en marcha en numerosos pueblos y ciudades de la provincia que persigue mostrar una riqueza singular, única, distinta a los argumentos naturales y artísticos que han hecho famosa a Jaén.
Hay más de quinientos sitios inventariados que prueban la existencia de una cultura refinada, comprometida y avanzada que no halló empacho para aceptar los cambios que Roma introdujo en la península. El pueblo íbero representa la primera memoria hispana, el origen de una civilización pacífica y plural que hoy simboliza Andalucía. El viaje comienza al norte de Jaén, en el Parque Natural de Despeñaperros, donde se halla la cueva de los Muñecos, situada a un lado de la carretera que sube hasta Aldeaquemada. En ella se encontraron, además de pinturas rupestres de arte esquemático, decenas de exvotos íberos que hoy se exhiben en las vitrinas arqueológicas del Museo de Jaén.

La grandeza cultural

Más al sur se halla la encantadora ciudad de Castellar, en cuya cueva de la Lobera se hallaron muestras de esa cultura. Pero es en Cástulo, en la gran ciudad íberorromana a ocho kilómetros de Linares, donde se manifiesta la grandeza de esa cultura, en un inabarcable yacimiento en cuyo centro de interpretación se testimonia la importancia de esta urbe en los siglos previos a nuestra era. En Linares, de hecho, abre sus puertas el Museo de Cástulo, uno de los grandes centros arqueológicos que muestra una ilustrativa visión repartida en salas del modo de vida, la sociedad, la cultura y la economía de aquel pueblo.
La cámara sepulcral de Toya, en la localidad de Peal de Becerro, a las puertas del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, ejemplifica la liturgia funeraria de este pueblo y la sofisticación que alcanzó su arquitectura. Pero son los yacimientos de Cerrillo Blanco de Porcuna y El Pajarillo de Huelma los que simbolizan la estrecha vinculación de esta civilización con Jaén. En las campañas arqueológicas realizadas en ambos parajes, el primero en la campiña jienense y el segundo a los pies del Parque Natural de Sierra Mágina, se hallaron dos conjuntos escultóricos de excepcional valor expuestos en las salas nobles del Museo de Jaén.

La figura del Guerrero

El primero está simbolizado por la figura del Guerrero y es el ejemplo más sobresaliente de hasta qué punto la escultura fue una de las grandes artes del pueblo íbero. En ella se expresa la influencia oriental y la división en estamentos y clases en cuya zona alta figuraban los grandes príncipes que ejercían el gobierno sobre vastas zonas del territorio.
Por su lado, el conjunto de El Pajarillo de Huelma ocupa el patio central del museo, situado a un lado del paseo de la Estación de la capital, y representa un santuario funerario cuyas esculturas humanas luchan contra los animales y los elementos. La gran figura de este conjunto es el lobo íbero, otro de los excelsos símbolos de esta civilización. La importancia de la cultura íbera en Jaén es elocuente. De un tiempo a esta parte se construye el futuro Museo Internacional de Arte Íbero en una sede situada en las proximidades al actual museo. En este nuevo centro expositivo se prevé que se exhiba la mayor colección mundial de piezas de esta civilización.

Este artículo aparecido en el diario EL MUNDO, portal viajes www.ocholeguas.com, no menciona nada del yacimiento de nuestra necrópolis arjonera de Piquia. Creo que aunque es un artículo escrito muy recientemente, por la "novedad" que está suponiendo el mundo íbero, con exposiciones, programas de televisión, dossiers especializados, etc, descuida el importante hallazgo de Arjona.  Quizás a nuestro yacimiento le falta toda la difusión que se merece.