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martes, 22 de enero de 2013

MATAR UNA ESCULTURA

El programa de Iker Jimenez "Cuarto Milenio" del pasado domingo, nos ofreció un interesante reportaje, que nos acerca más al  misterio del grupo escultórico de Cerrillo Blanco. Gracias a las investigaciones del Centro Andaluz de Arqueología Íbera de la Universidad de Jaén y al arqueólogo Luis Emilio Vallejo, director del museo arqueólogico de Porcuna, que siguen investigando en la estatuaria íbera de Cerrillo Blanco, sus ritos y significado. ¿Por que se destruyen estas imágnes a los ochenta años de haber sido erigidas?. Una creación de canteros muy perfeccionada, que demuestra una gran cultura, en el siglo V a.n.e. Contemporáneos de Pericles, cuando se estaba levantado en Atenas el Partenón, en la Obulko ibera se realizaba toda una serie de esculturas para honrar un linaje, más de 60 de las cuales se ha conseguido restaurar 29 esculturas que se encuentran en un espacio temático en el Museo de Jaén. 
Las esculturas  muestran las señales de su "sacrificio", como en el guerrero íbero, en su parte posterior, con las señales de las lanzadas y golpes. Al estar situadas en altura, fueron atadas y tiradas con fuerza contra otra piedra en el suelo, para provocar su mayor ruptura. Por eso actualmente aún quedan muchos fragmentos de estatuas por recomponer.
 
Destruidas a conciencia, siguiendo casi un ritual de terminar no sólo con la imagen si no también con el alma que podría contener. Cercenadas las exptremidades y decapitadas. Son enterradas bajo grandes losas de piedas, con respeto casi reverente. Eran algo más que una imagen en piedra, eran objetos venerados y temidos que no se destruyeron por simple afán de hacerlas desaparecer o por una revuelta entre la población o politica. Aún queda mucho por conocer del conjunto Cerrillo Blanco de Porcuna.

Este es el vídeo del programa "Cuarto Milenio". 

domingo, 6 de enero de 2013

LAS CRÁTERAS GRIEGAS DE ARJONA

Fue una riada en el año 2010 lo que dejó al descubierto en la localidad de Arjona el paraje de Piquía, un yacimiento arqueológico de la época íbera en el que se han hallado gran cantidad de restos, algunos de gran importancia, como las cráteras griegas que desde ayer pueden verse en el Museo Provincial de Jaén. Se trata de una exposición y al mismo tiempo de un espacio dedicado a ‘La memoria de los príncipes de Urgavo’ para exponer cuatro de las ocho cráteras griegas que el Centro Andaluz de Arqueología Ibérica (hoy Instituto Universitario de Arqueología Ibérica) encontró tras su excavación en la Cámara Íbera de Piquía.
El director del mismo, Arturo Ruiz, explicaba ayer que lo que puede verse en esta muestra son cuatro cráteras griegas que proceden de Atenas de un pintor cuyo taller no había hasta ahora nada en España. En realidad, apuntó, eran ocho pero sólo han podido restaurarse cuatro. Todas ellas proceden de la cámara del príncipe de Urgavo, que es del siglo I a. C., a pesar de que las vasijas son originariamente del siglo IV ó III a. C., «lo que significa que fueron conservadas por los antepasados del príncipe y que denota el valor que le daban a estas piezas», recalcó.
Ruiz destacó que la cámara posee un ajuar «riquísimo» que muy probablemente fue expoliado en el marco de alguna guerra de la época, quizás la de César y Pompeyo que se desarrolló por esa zona. No obstante, se piensa que, no mucho después, sus allegados volvieron a meter las cosas dentro y sellaron la cámara con un acto piadoso con el sacrificio de una vaca, un cerdo y un cordero. Y ahí se quedó hasta que aquella riada de 2010 dejó al descubierto algunos restos y el Instituto Universitario de Arqueología Ibérica comenzó la excavación con el apoyo del Ayuntamiento de Arjona y de la Asociación Amigos de los Íberos.
Descubrieron así un rico ajuar compuesto por un carro, materiales de cerámica ibérica; una tapadera de plomo con el nombre del personaje; la denominada ‘caja de los guerreros’, una urna de piedra con bajorrelieves en sus caras laterales que escenifican luchas entre guerreros; vidrio romano, ánforas y armas, entre otros. Además, el príncipe fue enterrado como un romano, con un gladium (una espada) y con cota de malla.
Para el futuro museo
Y esto, dejaba claro Arturo Ruiz, es sólo una parte de la necrópolis, ya que hay más de 20 tumbas cuyo contenido aún no se ha analizado y que esperan pueda verse en una próxima exposición. De momento, ésta que fue inaugurada ayer podrá verse hasta el 30 de junio en el Museo Provincial y la idea es que su contenido pase a formar parte del futuro Museo Íbero de Jaén.
Con la inauguración de ayer se cierran las actividades que se han organizado bajo la iniciativa ‘Viaje al Tiempo de los Íberos’ durante la época navideña.
IDEAL JAEN 06.01.13 - 15:38 -MÓNICA LOPERA | JAÉN

jueves, 3 de enero de 2013

LAS CRATERAS ÁTICAS DE PIQUIA, EN EL MUSEO DE JAÉN

Mañana dia 4 de Enero el alcalde de Arjona D. Javier Sánchez Camacho inagurará la exposición "La memoria de los príncipes de Urgavo. Cráteras griegas en la cámara íbera de Piquia", en el Museo de Jaén.
La exposición  permanecerá abierta hasta el dia 30 de Junio de 2013.

La cámara del principe ibero hallada en el paraje de Piquia contenía entre los objetos de un importante ajuar siete crátreras áticas de figuras rojas datadas hacia el siglo IV a.n.e. A lo largo de ese siglo se produjo la llegada de productos de origen griego de forma masiva. Gran variedad de formas, con la inclusión de imitaciones de formas áticas, las cráteras en sus distintos tipos, esquifos, copas, etc.

Las halladas en la cámara principesca de Arjona destacan por su calidad y originalidad temática en las figuras que representa. Tienen las figuras en rojo sobre base negra. Este estilo de figuras rojas apareció en Atenas hacia 530-520 a.c. La temática representada era muy diversa. Una curiosidad es que una de las cráteras de Arjona está dedicada a la mujer, con temas tan femeninos como el aseo o el arreglo de la novia, otra con el tema de una boda, las hazañas del héroe, era una forma de narrar algunos de los hechos cotidianos.

La crátera es una gran vasija para contener una mezcla de agua y vino, antiguamente rara vez se bebia vino puro. El copero repartía la bebida con una cuchara, en latin llamada cyathus, e iba rellenando las copas de los invitados. Pero no era esta su única función, podían tener mil usos distintos, desde el aceite para ofrenda a los dioses a guardar las cenizas de un difunto.

Poseer una crátera griega era un simbolo de gran prestigio en la sociedad ibera, pero no sólo a las distintas élites. Durante los primeros 50 o 60 años del siglo IV a. C., estas cerámicas fueron accesibles a una parte considerable de las poblaciones iberas urbanas de la Alta Andalucía.
Con esta exposición en el Museo de Jaén podremos contemplar unas piezas únicas del arte íbero, que junto a otros objetos como el carro y el pasariendas de bronce, formaban el ajuar del principe íbero de Arjona.