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jueves, 14 de julio de 2011

BRONCES IBEROS

De los bronces íberos destacan cinco piezas, cuatro halladas en una finca de Mengibar, Máquiz, y la quinta  en la necrópolis de Piquia, en Arjona. 
En 1860 se produce el hallazgo de los cuatro bronces de Maquiz, en un momento que se desconoce la riqueza arqueológica del territorio. Pero estas piezas, junto con otras que aparecieron en la zona, dieron un cambio importante a la historia de Mengíbar, pues Maquiz no es otro lugar que la antigua ciudad iberorromana de Iliturgi.
Formaban parte de un carro íbero. Están realizados en bronce fundido a la cera perdida, con forma de media caña, que se adaptaría a diferentes elementos del carro, como el yugo o el timón central. En todas es visible la argolla o parte de ellas, que servirían de pasariendas. La iconografía predominante es la representación del lobo, animal de carácter mágico para los iberos, aunque también aparece la figura masculina como héroe. Serían parte del ajuar de una sepultura principesca, y debieron reforzar los timones centrales de un carro. Dicho carro podría haber sido usado en un ritual funerario, vinculado a los más altos niveles sociales.
Una de las dos cabezas, que se encuentra depositada en la Real Academia de la Historia en Madrid,  es el aplique para el yugo. Con doble cara, representa por un lado la cabeza de un lobo con las orejas levantadas y lengua que cuelga entre fauces; y por el otro lado la cara de un joven héroe-guerrero con pendientes circulares y torque. 
Las piezas conservadas en el Arqueológico Nacional, una podría ser el aplique de yugo o el timón central, y muestra la cabeza de un lobo con las fauces abiertas; en su parte posterior muestra escenas de tritones enfrentadas a figuras masculinas. La tercera de las piezas también representa la cabeza de un lobo con las fauces abiertas, y en su parte posterior tiene grabadas dos escenas míticas en las que destaca la lucha de jinetes que cabalgan sobre hipocampos, y el enfrentamiento entre un lobo y un jabalí, que simboliza la lucha entre el bien y el mal. 
Los bronces de Maquiz fueron halladas por casualidad. No se tiene por tanto ni la cronología ni donde se ubicaban al haberse descontextualizado.       
 











La quinta de estas piezas singulares es la hallada en la necrópolis de Arjona, la cabeza de un guerrero íbero al que un lobo parece devorar, que se utilizaría como pasariendas. En este caso la pieza está contextualizada, al haberse localizado en la cámara funeraria del principe íbero de Arjona junto a los restos del carro  y datada cronológicamente en el siglo I a. C. Tiene una características muy similares a las halladas en Maquiz, con un elemento clave común: el lobo, tan importante en la cultura íbera.
El pasado mes de Enero se expusieron en el Museo de Jaén, una oportunidad única de contemplar las cinco piezas reunidas.

martes, 5 de julio de 2011

EL PALACIO DEL PRINCIPE DE PUENTE TABLAS

Los trabajos desarrollados por el Centro Andaluz de Arqueología  Ibérica (CAAI) han permitido sacar a la luz el palacio del 'oppidum'  de Puente Tablas, en Jaén, el primero que se ha excavado en Andalucía  y "de mayor entidad" arquitectónica con respecto a los que se  conocían hasta el momento en otras áreas de influencia ibera, como el  sur de Francia o el Levante español.
Así lo ha destacado  Arturo Ruiz, director del  centro con sede en la Universidad de Jaén, y que, junto con  sus compañeros Manuel Molinos y Carmen Rueda, visitaron este lunes pasado el yacimiento.
Ruiz ha explicado que la primera fase de la campaña de este año,  que está a punto de terminar, se ha centrado en lo que consideraban  que podía ser el área palacial, según apuntaban varios elementos,  como la zona en la que se encuentra dentro de la ciudad con "un  posicionamiento extremo, en el cortado del río y que parecía aislado  del caserío". Además, los datos geoeléctricos habían mostrado que las  casas poseían un orden muy estable, "casi como adosadas", y en este  punto era distinto.
Por ello, no ha sido extraño que los resultados "obtenidos hasta  ahora hayan permitido confirmar efectivamente que se trata del  palacio". "Es el primer palacio ibérico que se excava en Andalucía",  ha apostillado el experto para poner de manifiesto el alcance del  hallazgo que, "incluso, comparado con los de otras zonas iberas, como  el sur de Francia, Cataluña o el Levante español, tiene mayor entidad  desde el punto de vista arquitectónico".

En este sentido, el director del CAAI ha resaltado que, con 400  metros cuadrados y doble planta en algunos puntos, es más grande de  lo que se pensó en un principio. En cuanto a sus características, ha  indicado que presentaba forma de 'L', de manera que lo formaban dos  edificios, uno por cada aspa. 

PARTES DIFERENCIADAS

El primer inmueble tenía, a su vez, tres partes diferenciadas  estructuradas alrededor de un patio interior. "La primera era la zona  pública, donde, por ejemplo, el príncipe recibía a sus visitantes y  ofrecía banquetes. En segundo lugar, se encontraba un área privada  destinada al uso familiar y en la que, además, se ha hallado esa  doble planta, mientras que finalmente, había un santuario", ha  comentado para señalar que en el segundo edificio se desarrollaban  servicios para la vida diaria de palacio, de manera que se han  localizado silos y un horno y se intenta confirmar la posible  presencia de una almazara.

Ruiz ha señalado que la fundación de la zona palaciega en el  'oppidum' de Puente Tablas data del siglo V antes de Cristo (a.C), si  bien la entidad constructiva descrita anteriormente "no la consigue  hasta un siglo después". El desarrollo de esta ciudad fortificada,  situada a las afueras de la capital jiennense, comenzó a partir del  siglo VII a.C., ya que antes había sido una gran aldea, de modo que  no fue hasta esa fecha cuando se creó la muralla y las cabañas  evolucionaron a casas con un urbanismo mucho más organizado, "pleno",  que pone de manifiesto la existencia de personas que lo dominaban. 

Hacia finales del siglo IV a.C el 'oppidum' sus habitantes lo  dejaron temporalmente, por un periodo de 50 ó 60 años, después del  cual volvió a tener población, pero sólo hasta finales del siglo III,  cuando fue abandonado definitivamente, tal y como ha afirmado el  director del CAAI, quien ha mostrado su satisfacción el  descubrimiento del palacio.

"Una de las claves para confirmar el excelente patrimonio de una  zona, en este caso la provincia de Jaén, es la investigación, que  hace que esas huellas sean visibles", ha remarcado para incidir,  asimismo, en que el hallazgo viene a reforzar la iniciativa 'Viaje al  Tiempo de los Iberos', en el marco del cual también se desarrolla la  campaña arqueológica de 2011, cuya segunda fase se iniciará en  septiembre.  

Diario Jaen / EUROPA PRESS NOTICIAS