

La cerámica de barniz rojo es descendiente directa de la fenicia, aunque con algunas diferencias. En el original púnico el color rojo se produce por medio de un verdadero engobe, es decir, por inmersión del vaso en una barbotina de arcilla semiliquida, que proporciona una acabado final en forma de película de cierto grosor. El problema es que esta capa puede saltar y desconcharse de la superficie, como lo haría hoy una capa de pintura mal adherida. Los íberos en su versión aplican una tenue capa de pintura con brocha, de acabado más imperfecto, pero el espesor es apenas perceptible.
En la región de la Bastetania, las cerámicas iberas se
complican y junto a algunas que presentan las mismas características que las descritas, en otras predomina la policromía. Ejemplos de estas cerámicas se conocen en Baza y Galera, siempre en el marco de una tumba rica. Las urnas de Baza que aparecieron en la tumba de la Dama, son de distinta forma y decoración. Algunas son de cuerpo globular en su parte superior y troncocónico en la inferior. De paredes curvas, presentan una decoración polícroma en colores castaños, anaranjados, azules, blancos y negros, que alternan los motivos geométricos complejos con los vegetales. En varios casos encontramos una flor situada en el centro del cuerpo del vaso, rodeada de motivos geométricos o vegetales.
Restos de decoraciones similares, aunque no idénticas, también se hallaron en la necrópolis de Galera. Es probable que sean imitacines de otras arte, quizás decoraciones parietales, que han desaparecido por completo. Tan sólo tenemos constrancia de su existencia a través de noticias y dibujos esquemáticos en alguna de las tumbas de Galera, que se conservaron bastante bien hasta su destrucción por expoliadores. Es posible que el aspecto general de estas tumbas fuese similar al de algunas tumbas etruscas actualmente conservadas. Pinchad en el enlace: Tumba Íbera de Galera


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