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miércoles, 12 de octubre de 2011

LA NUEVA PUERTA DEL OPPIDUM

El Centro Andaluz de Arqueología Ibérica ha terminado la excavación, en el yacimiento ibérico de Puente Tablas, a unos 3 kilómetros de Jaén, de la puerta de entrada al "oppidum" (ciudad fortificada), la primera puerta ibérica que se excava en Andalucía, que habría sido utilizada entre los siglos IV y III a.C.
Según ha explicado el director del CAAI, Arturo Ruiz, se trata de una puerta construida en torno al siglo V a. C., pero que fue utilizada también en los siglos siguientes.
Una de las características más notables de este hallazgo es que la puerta podrá ser reconstruida, a partir de los restos hallados, como los goznes que la fijaban, algo que se realizará con ayuda del arquitecto Pedro Salmerón.
Por otro lado, el subdirector del centro, Manuel Molinos, ha explicado que, dentro del proceso de excavación del "oppidum", se ha instalado un "gnomon" (estilete vertical de los relojes solares) para averiguar si se cumplía la orientación de las casas, ya que los íberos solían orientar su ciudad a las necrópolis donde enterraban sus muertos, normalmente en túmulos a las afueras.
El hallazgo de la puerta se suma a las casas excavadas, el palacio y el largo tramo de muralla descubierta, que convierten este "oppidum", de más de cinco hectáreas, en la ciudad íbera mejor conocida de Andalucía.
Próximamente se comenzará a construir un centro de visitantes que ofrecerá información detallada sobre los trabajos desarrollados en esta ciudad íbera, y que se convertirá en uno de los atractivos que se incluirá en la ruta "Viaje al tiempo de los íberos".
Este itinerario contará con otras paradas dentro de la provincia, como el Museo Internacional de Arqueología Ibérica, que se construye en la capital, la Ciudad Íbero-Romana de Cástulo, en Linares; la Necrópolis Dinástica de Cerrillo Blanco, en Porcuna; el Santuario Ibérico de la Cueva de la Lobera, en Castellar; la Muralla Íbero-Romana de Ibros; o las Tumbas Principescas de Toya y Hornos, ubicadas en Peal de Becerro. 
 
11.10.11 - 17:29 -EFE | JAÉN 

miércoles, 21 de septiembre de 2011

LA CIUDAD DE LOS MUERTOS

La cultura íbera alcanzó un gran desarrollo, con una sociedad estructurada de carácter urbano. Situada a escasa distancia del poblado se situaba la necrópolis, la otra ciudad, la de los muertos. Era el complemento a una sociedad integrada en territorios definidos, con redes viarias estructuradas. Por tanto eran ciudades con una importancia politica y económica, que determinaban y marcaban con la monumentalidad  para dar mayor prestigio a los héroes enterrados en su necrópolis, Los enterramientos eran de diversas formas, como la  tumba turriforme, rematada con una torre, con esculturas o relieves y escalonadas. como la de Pozo Moro, en Albacete. Es un monumento que se situa entre la transición entre la monarquía sacra y la monarquía heróica, datado a finales del siglo VI, cuando comienza el cambio de mentalidad que comenzó a darse en el mundo íbero así como las repercusiones que dicho cambio tuvo en la sociedad ibérica.
Las tumbas de cámara son características del mundo íbero meridional, sobre todo la alta Andalucia, como la de Galera. Casi todas de planta rectangular, y las urnas cinerarias o bien estaban sobre el suelo o sobre poyetes a no mucha altura . A veces depositadas en una cavidad abierta en el suelo y cubierta  con losas planas.
La tumba más importante estaba construida sobre la superficie del terreno, de planta cuadrada, construida en sillería y cubierta con grandes losas de piedra, recubiertas por un talud de tierra. La cámara de Toya se excavó una zanja en la roca, y se rodeó todo el perímetro con grandes losas.  La planta de la tumba es de tres naves, con las laterales divididas en dos por medio de muros transversales. Tiene un banco corrido a lo largo de la pared y nichos en las paredes.
Las tumbas tienen su jerarquia, según el  rango social del difunto, como sucedería en Cerrillo Blanco de Porcuna o Piquia de Arjona. El príncipe íbero cuando fallece es vestido con el mejor atuendo, incinerado con sus armas  y su carro. Sus restos eran colocados en una urna y depositados en su tumba,  junto  al  ajuar que marca el lujo y ostentacion, el prestigio de su linaje aristocrático. Se adorna la tumba con esculturas o la urna cineraria con  relieves como los que adornan la Caja de los Guerreros, para exaltar el valor del difunto  Y tambien animales fantásticos, grifos, leones para protección de la tumba, casi como custodiando al personaje alli enterrado.
Si los hombres estaban vinculados a la fuerza, las mujeres estaban asociadas a la riqueza, reflejada en sus imagenes funerarias: mantones, rodelas, grandes pendientes, diademas, collares, brazaletes y sortijas. Son la continuación de la estirpe, de la prosperidad.
En principio sólo eran enterrados con todo el ritual los personajes principales.Respetando el entorno de respeto de la tumba principal, se situaban otras de diferentes rangos sociales , algunas muy sencillas, simple enterramiento marcado por unas piedras o cámaras más pequeñas.

jueves, 8 de septiembre de 2011

COMO SE REALIZÓ EL MONUMENTO AL PRINCIPE ILTIRTIL



Paso a paso de como realizaron los imagineros Hnos. Expósito Cortés la reproducción del mascarón hallado en la cámara principesca de Piquia, en Arjona. Con esta escultura se rinde homenaje al principe ibero Iltirtil en su ciudad.